La magia de leer en voz alta
Cuando escribí Lágrimas de mar me grababa leyendo el texto en voz alta con el trasfondo musical. Fue un ejercicio muy útil ya que la historia cobraba vida, adquiriendo un sentido musical que no hubiese podido imprimirle con una mera escritura.
Siempre que leo en la clase de primaria un cuento en voz alta tengo la atención de todo el alumnado asegurada. Se crea una magia especial. Algunas familias me preguntan si no son demasiado mayores para leerles cuentos y yo les digo que no. Los beneficios son múltiples. De esto y de otras cosas muy interesantes habla el libro “La magia de leer en voz alta” de Meghan Cox Gurdon, basado en las últimas investigaciones sobre neurociencia y en su experiencia como crítica de literatura infantil en The Wall Street Journal.
Y es que la magia ( y ya van cuatro veces que utilizo conscientemente esta palabra ) reside en darle voz, musicalidad, entonación y expresividad a una palabra escrita, transformando frases y párrafos en lugares donde acurrucarse a imaginar y ser más feliz. Se crean lazos entre la persona que lee y la que escucha, se activan otras partes del cerebro diferentes que cuando se hace lectura en silencio, ayuda con las dificultades de comprensión, enriquece enormemente el vocabulario y potencia la capacidad de atención. Puede parecer un ejercicio pasivo pero realmente es una forma maravillosa de implicarse en la narración. Según Meghan Cox, haciendo referencia a los audiolibros, las personas que alternan la lectura de un libro en papel con la escucha del mismo texto a través de un audio no diferencian qué pasajes son los que leyeron en silencio y cuáles fueron escuchados.
En este sentido, Lágrimas de mar aporta través de la música y la narración un vehículo muy valioso para vivir la historia de Aurelia y un recurso que facilita el acceso a un texto complejo de la forma más sencilla. Por ello, os animo a leer en voz alta y a escuchar libros.